Convivencia y ciberconvivencia - Convivencia
Convivencia y ciberconvivencia
Convivencia y Ciberconvivencia
El Decreto Foral 47/2010 y la Orden Foral 204/2010 regulan la convivencia en los centros educativos de la Comunidad Foral de Navarra. El citado decreto señala que “Enseñar y aprender a vivir juntos, aprender a convivir, además de constituir una finalidad esencial de la educación, es uno de los principales retos para los sistemas educativos actuales. Se trata de un aprendizaje valioso en sí mismo e imprescindible para la consolidación de una sociedad democrática, solidaria, cohesionada, crítica y pacífica.”.
Aprender a vivir y a convivir en la escuela y en la sociedad respetando la diferencia, es nuestro desafío y aquello de lo que somos responsables toda la comunidad educativa. Es mucho más que luchar contra el acoso: es promover una convivencia positiva sin exclusiones desde la pluralidad.
La convivencia no se da sólo en los espacios físicos. Actualmente “convivimos” e interactuamos en gran medida en el espacio cibernético. Dado que estas relaciones son más distantes, el uso regulado que se haga de ellas definirá que esta interacción sea positiva y respetuosa.
Deseamos que la red sea un entorno plenamente saludable y fomentar una ciberconvivencia positiva. Para ello debemos adoptar un sentimiento de pertenencia a una comunidad y de compromiso con la misma, y conseguir una ciudadanía digital responsable.
Primera ayuda
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Aprender a vivir y a convivir en la escuela y en la sociedad respetando la diferencia, es nuestro desafío y aquello de lo que somos responsables toda la comunidad educativa. Es mucho más que luchar contra el acoso: es promover una convivencia positiva sin exclusiones desde la pluralidad.
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Ley orgánica 3/2020 de 29 diciembre, establece, entre los principios básicos del sistema educativo, la educación para la convivencia, el respeto, la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos, así como para la instauración de la cultura de la no violencia en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social, y la lucha contra el acoso escolar y el ciberacoso con la finalidad de ayudar al alumnado a reconocer toda forma de maltrato, abuso sexual, violencia o discriminación...
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La convivencia se aprende y se construye, toda la comunidad educativa somos copartícipes del modelo de centro que deseamos. Construir una sociedad más dialogante, más igualitaria, resiliente, respetuosa y pacífica, donde prime la convivencia positiva entre diferentes, es la tarea a la que nos enfrentamos.
Protocolos y legislación
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Resumen de actuaciones
La evolución de las intervenciones de la Asesoría a lo largo de estos años, queda reflejada en la siguiente tabla:
- Comunicación de la persona testigo a la Dirección del Centro
- Documento de inicio de procedimiento ordinario
- Comunicación del inicio de procedimiento ordinario
- Ordinario. Contestación al escrito de recusación
- Ordinario. Propuesta de Resolución
- Ordinario. Resolución de fin de procedimiento
- Ordinario. Resolución y notificación final
- Acordado. Reunión de la Dirección con las personas interesadas
- Acordado. Compromiso de convivencia
- Modelo 1. Plan de convivencia del centro
- Modelo 2. Concreción anual del Plan de Convivencia
- Modelo 3. Memoria de la concreción anual
- Modelo 4. Protocolo para los casos de acoso escolar
- Modelo 5. Guía de actuación ante un caso de violencia de género en el ámbito educativo
- Modelo 6. Ideas para la implantación de un programa de mediación
- Modelo 7. Proceso de mediación educativa
- Modelo 8. Listado de posibles indicadores para la evaluación de la convivencia en el centro
Plan de convivencia
El programa Laguntza es la respuesta que el Departamento de Educación ha puesto en marcha para la mejora de la convivencia y, especialmente, la prevención del acoso y ciberacoso.
Cuando hablamos del desarrollo de la convivencia en nuestro centro educativo, es conveniente superar el concepto de prevención del acoso para dirigir la acción, no sólo hacia la promoción del buen trato, sino al trato entre diferentes y el desarrollo de la educación emocional en las aulas.
En el espacio educativo, es necesario regular la acción y saber resolver los conflictos antes de que éstos lleguen a una fase de explosión y sufrimiento que dificultan su gestión. Es imprescindible fomentar espacios que contemplen la diversidad como fuente de riqueza y en favor de la inclusión superando la coexistencia por la integración.
Se debe afrontar el concepto de malestar, entendido en su sentido más amplio, como el conjunto de todas aquellas emociones que tienen que ver con el dolor, la falta de cohesión grupal, la falta de empatía y asertividad, así como la vivencia de las relaciones no respetuosas.
La labor de la escuela es esencial y necesita un profesorado sensible, concienciado y sensibilizado hacia la conveniencia de regular procesos de relación, de encuentro y desencuentro que tienen lugar en el aula y fuera de ella.
El desarrollo del trato y la educación emocional en el aula debe tener un tratamiento competencial porque es necesario que el alumnado adquiera aquellas habilidades sociales y personales que le capaciten para la convivencia en su grupo de iguales y para vivir en sociedad.
En definitiva, las capacidades y competencias que son básicas e imprescindibles para la vida, sabiendo adaptarse y transferir ese aprendizaje a diferentes momentos, contextos y relaciones sociales.
La convivencia debe ser entendida como un proceso educativo compartido de construcción, donde todas las personas se enriquecen mutuamente, aportando algo de ellas mismas.
La concreción del Plan de Convivencia debe incluir una mirada compartida e impregnarse de una visión comunitaria en la que se puedan sentir integradas todas las personas que conviven en el espacio educativo. Además del alumnado y el profesorado, es primordial la integración de las familias y de todas las personas que trabajan en los centros, además de organismos y entidades aliadas y cercanas a la escuela.
De ahí, la necesidad de implicar a las familias en el proceso de mejora de la convivencia en el centro educativo, buscando su complicidad y compromiso con el proyecto educativo de centro.
La revisión y renovación del Plan de Convivencia, lejos de una serie de acciones de prevención y pautas concretas y estandarizadas, debe consistir en un proceso creativo y significativo y, sobre todo, dinámico que ayude al centro a reinventarse. De tal forma, que la propia regulación de la convivencia pueda ser una de las señas de identidad para su propia transformación como una oportunidad para una construcción colectiva.
Por lo tanto, no hablamos de un proceso “rígido” y estático sino de un proceso vivo, dinámico y abierto que permita la revisión continua y su mejora.
Proceso que debe abrir un período de reflexión significativo a nivel de comunidad educativa y que debe reflejar el sentir y el camino a seguir de forma compartida.
Sin olvidar la mirada de género y contemplar, en su sentido más amplio, el concepto de diversidad.
Recomendaciones desde Laguntza
Enlaces de interés
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Observatorio de la Realidad Social
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Administración Estatal
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Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar
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Colectivos y Asociaciones
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CONVIVES Asociación de personas comprometidas con la convivencia positiva, la coeducación y los DDHH.
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Material didáctico
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Juegos para disolver rumores. Manual de Actividades Antirumores para personas jóvenes. Ayuntamiento de Bilbao
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Cortometraje: Si vieras a esta niña en la calle, ¿pasarías de largo? | UNICEF. Material para el abordaje de prejuicios
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"No quiero cantaores con síndrome de Down" | Gente Maravillosa. Video para abordar la discriminación
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Vídeo danés que nos recuerda lo fácil que es encasillar a las personas. Video para abordar los prejuicios
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